IoT
20/05/2024

El IoT como respuesta a los “problemas 2.0” (ES)

El IoT no es precisamente algo nuevo. Desde hace varias décadas, este fenómeno tecnológico ha sido objeto de discusión. Basta con pensar que su término fue acuñado hace ya 23 años, en 1999, por el ingeniero inglés Kevin Ashton.

A lo largo de las décadas, hemos visto cómo los productos de uso común han evolucionado de objetos simplemente funcionales a objetos inteligentes (smart): la televisión se ha convertido en smart TV, el teléfono en smartphone, el reloj en smartwatch, y así sucesivamente. También hemos presenciado la aparición de nuevos productos, como los asistentes de voz, entre los que se encuentran Alexa, Google Nest y otros. Es así como el IoT, al ingresar decididamente en nuestras vidas, se ha convertido en nuestro presente y no en algo futurista que aún podemos postergar.

Por lo tanto, queremos sensibilizar a la industria digital para que diseñe soluciones IoT destinadas a resolver lo que podríamos llamar "problemas 2.0". Es importante preguntarnos a nivel empresarial si realmente conocemos todas las potencialidades, oportunidades y a quién recurrir para obtener asesoramiento profesional.

¿Qué características hacen que un producto IoT sea efectivo?

En primer lugar, el producto ya no es un fin en sí mismo y se convierte en un servicio. Ya no nos proporciona una simple salida (por ejemplo, marco el número y él llama, cambio de canal y muestra otro canal), sino que aprende acerca de nosotros, interviene en el momento adecuado, resuelve problemas y mejora nuestras vidas. Surgen nuevas oportunidades porque el usuario, al ser el centro de atención, percibe las potencialidades y mejoras que pueden incorporarse a su vida.

Cuando el usuario percibe esto, permite que el producto forme parte de su "día a día". Es por eso que ciertos objetos tecnológicos que no satisfacen esta necesidad, una vez desaparecido el efecto "wow", son rápidamente descartados. Para fidelizar al cliente, el objeto inteligente debe resolver problemas reales y volverse indispensable. Podemos afirmar con certeza que algún día todos los productos serán digitales y conectados, y solo compraremos el valor asociado a la experiencia que se nos brinda.

Damos algunos ejemplos de "problemas 2.0":

  1. Consumo de gas: Este es un ejemplo de una oportunidad identificada por el usuario, es decir, tener la casa caliente sin preocuparse por posibles desperdicios que se reflejarían en la factura. Ante esta demanda del mercado, ¿estamos listos con una oferta inteligente que la satisfaga? Dos ejemplos destacados: termostatos y calderas inteligentes.
  2. Cambio climático: La sequía y la contaminación son la causa del deterioro de la calidad del aire, que inevitablemente se traduce en sustancias tóxicas que, una vez inhaladas, pueden alterar nuestras funciones vitales, causando pérdida de concentración, dolores de cabeza, trastornos del sueño, etc. Productos como los medidores de calidad del aire pueden avisar al usuario cuando sea necesario ventilar o, mejor aún, encargarse automáticamente de la circulación del aire activando sistemas térmicos o automatizando la apertura de ventanas (hogares inteligentes).
  3. Productividad y calidad de vida: La enorme cantidad de información que debemos manejar y los rápidos ritmos de la sociedad moderna nos han convertido en blanco fácil, víctimas de la frenética distracción. Esta es otra oportunidad: aliviar nuestra carga cognitiva gracias a productos que, por ejemplo, cocinen y limpien por nosotros cuando, ocupados con mil actividades, no podamos hacerlo directamente o corramos el riesgo de cometer demasiados errores. El producto se convierte en un verdadero asistente de vida, que nos ayuda a evitar errores y simplifica nuestra vida, dándonos unas horas adicionales para cuidarnos a nosotros mismos.

Ventajas del IoT para las empresas

Las empresas obtienen una doble ventaja: al ofrecer soluciones a problemas nuevos y reales, fidelizan a los clientes que ya no pueden prescindir de los cómodos servicios disponibles. El usuario, al utilizar intensivamente estos productos, proporciona a la empresa una cantidad increíble de información. De hecho, los datos se consideran el nuevo oro, precisamente porque permiten a las empresas comprender mejor a sus usuarios, proporcionar respuestas cada vez más precisas a sus preguntas, adelantarse a la competencia y ofrecer un servicio de asistencia mejorado, haciendo más eficiente la resolución de problemas. El IoT mejorará las relaciones con los clientes al proporcionar respuestas personalizadas automáticamente y enviar información sobre los clientes a las plataformas CRM en tiempo real. Otra ventaja importante: la competencia en precios, ya que el valor percibido del producto, al formar parte de un ecosistema físico/digital, se distribuye entre activos tangibles e intangibles.

 
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